¿QUE SIGNIFICA CLÍNICA DEL DOLOR?


Clínica del Dolor es un subespecialidad medica también llamada: Algiología o Algología que se encargada del estudio y tratamiento del dolor en todas sus modalidades, tales como dolor agudo, dolor crónico, dolor por cáncer, dolor por neuropatía diabética, dolor pos traumático, dolor por Herpes Zoster, dolor de cabeza, dolor de espalda, dolor por hernia de disco, etc. Apoyándose en todas las ramas de la medicina para lograr aliviarlo o eliminarlo definitivamente .

¿QUIENES ESTUDIAN CLÍNICA DEL DOLOR?


Generalmente los médicos Anestesiólogos, después de estudiar la carrera de medicina y la especialidad en Anestesiología, realizan una subespecialidad que actualmente es de dos años, dedicada exclusivamente al estudio y tratamiento del dolor.

Aunque la mayoría de los médicos que se dedican a la Algología son Anestesiólogos; esta no es exclusiva de ellos, también existen otros especialistas de la salud que se especializan en Algologia, tales como Psiquiatras, Psicólogos, Oncólogos, Farmacólogos, Enfermeras, y Neurocirujanos entre los más frecuentes .

¿QUE MÉTODOS SE UTILIZAN EN UN CLÍNICA DEL DOLOR?


Esto dependerá del padecimiento a tratar, generalmente se inicia con los tratamientos más conservadores y sencillos posibles, como son tratamientos farmacológicos, medidas físicas como ejercicios, estimulación eléctrica, frío, calor, e infiltraciones las cuales son: Inyecciones de anestésicos y substancias desinflamatorias en los sitios lesionados o inflamados. En casos más complejos y rebeldes se utilizan técnicas más sofisticadas, como bloqueos nerviosos, donde se aplican anestésico y substancias desinflamatorias cerca de plexos nerviosos, ganglios simpáticos y directamente en la columna vertebral.

En el caso particular de SPINE CLINIC también utilizamos métodos no convencionales como Acupuntura, Terapia Neural, Ozonoterapia, Homotoxicología y Terapia de Quelación. Se trata de métodos biológicos que nos ayudan a aliviar el dolor sin los efectos adversos de métodos convencionales tipo farmacológicos o bloqueos destructivos del sistema nervioso.

Es importante mencionar que también se incluyen terapias psicológicas cuando encontramos componentes emocionales en el origen del dolor, o bien como consecuencia del mismo, es decir que un paciente con dolor puede sufrir de ansiedad y depresión como consecuencia del mismo, y se debe de ayudar a estos paciente a luchar contra su dolor por medio de psicoterapia y medicamentos contra la depresión cuando sea recomendado por un profesional en esta área de la medicina.

También es importante ayudar a estos enfermos con medicina física y rehabilitación, para incorporarlos a su vida normal y enseñarles ejercicios y posturas correctas para que eviten lesionarse de nuevo o sufrir una recaída en caso de lesiones del sistema músculo esquelético.

Habrá casos especiales que sean candidatos a cirugía, pero hacemos todo lo posible para sacar adelante al paciente con tratamientos conservadores (sin cirugía) y solamente aquellos que no han respondido a ningún tratamiento conservador son enviados a valoración con el Cirujano correspondiente..

¿QUE TIPO DE PADECIMIENTOS SE ATIENDEN EN UNA CLÍNICA DEL DOLOR?


A continuación presentamos una lista de los padecimientos más frecuentes que se atienden en la CLÍNICA DEL DOLOR:

1.- Dolor de espalda alta y baja.
2.- Dolor por hernia de disco.
3.- Dolor lumbociatico.
4.- Dolor en articulaciones como hombro, codo, muñeca, cadera, rodilla y tobillo.
5.- Síndrome de túnel del carpo (dolor en las manos).
6.- Dolor de cuello.
7.- Dolor en tórax.
8.- Dolor por osteoporosis.
9.- Dolor por Artritis.
10.- Dolor de origen muscular.
11.- Dolor por neuropatía diabética.
12.- Dolor por Herpes Zoster.
13.- Dolor de cabeza. (migraña, tensional, etc.)
14.- Neuralgia del Trigémino
(dolor muy intenso tipo descarga eléctrica en una parte de la cara).
15.- Codo de tenista.
16.- Dolor por cáncer.
17.- Dolor por Esclerosis múltiple.
18.- Dolor después de un traumatismo o accidente violento.
19.- Dolor en el paciente quemado.
20.- Dolor posquirúrgico.
21.- Dolor crónico en paciente postoperados de columna.
22.- Dolor en el pie.

HISTORIA DE LAS CLÍNICAS DEL DOLOR




En 1960 el Dr. John Bonica,
funda en la University de Washington
el departamento de anestesiología
y se le considera líder mundial
de la anestesia y control del dolor.

En los últimos 40 años, los centros contra el dolor han revolucionado el manejo de problemas complejos de dolor. Varios factores contribuyeron al desarrollo de clínicas del dolor inter disciplinarias. Una observación común fue la necesidad de un vasto grupo de pacientes que no mejoraban con medidas conservadoras o tratamientos convencionales.

Una de las primeras Clínicas del dolor en el mundo con un enfoque interdisciplinario fue creada por un anestesiólogo el Dr. John Bonica en 1960 en la Cd. de Seattle Washington. El Dr. John Bonica tenía un especial interés en la anestesia regional y el alivio del dolor, siendo uno de los pioneros en Analgesia Obstétrica es decir parto sin dolor y cesáreas por medio de anestesia epidural o bloqueos epidurales, con la cual las pacientes podían ser operadas sin necesidad de anestesia general evitando problemas en el niño al nacer, ya que no se utilizan anestésico que puedan deprimir la respiración del recién nacido.

Debido a su conocida habilidad para la anestesia regional o realización de “bloqueos nerviosos”, los cuales producen anestesia en una parte especifica del cuerpo, como un brazo, una pierna, una parte del tórax o la cara, etc. Muchos de sus colegas médicos de otras especialidades, como oncólogos, traumatólogos, neurólogos, Cirujanos generales, etc. Le enviaban pacientes para que les bloqueara el dolor. En esa época predominaba la idea simplista, de que la mejor manera de eliminar el dolor rebelde o de difícil control, era “matar” el nervio que controlaba la sensibilidad y el dolor de una determinada área del cuerpo, esto generalmente se lleva a cabo inyectando una substancias “neurolíticas” como alcohol o fenol alrededor del nervio destruyéndolo al entrar en contacto con el ó bien por medio de cirugía para seccionar o cortar el nervio, para de esta manera interrumpir el mensaje doloroso.

El Dr. Bonica rápidamente se dio cuenta de que este tipo de tratamientos para el dolor rebelde, no era la mejor opción, ya que no resolvía el problema doloroso y dejaba secuelas muy severas, como el síndrome de “anestesia dolorosa”, situación clínica mucho más molesta que el dolor que se pretendía eliminar, en la cual, el paciente siente anestesiada la parte bloqueada, pero persiste el dolor debido a la representación central del dolor, es decir en el sistema nervioso central, una especie de memoria del dolor crónico. Además existen otras vías alternativas de transmisión del dolor que siguen transmitiendo el mensaje doloroso a pesar de haber interrumpido la vía principal del dolor.

El Dr. Bonica comprendió que para prestar un buen servicio a estos pacientes, con problemas complejos de dolor, muchos de los cuales eran veteranos de la segunda guerra mundial, con dolores muy crónicos postraumáticos, dolores de miembro fantasma por miembros amputados, lesiones severas de columna con daño neurológico, problemas psicológicos, depresión, adicciones y todo tipo de problemas sociales y laborales, era necesario organizar un equipo interdisciplinario de médicos especialistas en diversas áreas de la medicina, tales como Neurología, Traumatología, Rehabilitación física, Psiquiatría, Psicología, así como trabajadoras sociales y orientadores vocacionales, para abordar un problema tan complejo como lo es el dolor crónico.

En este nuevo modelo de atención, el paciente era evaluado de una manera integral, tanto desde el punto de vista físico como emocional, familiar y social, antes de ser sometido a cualquier régimen de tratamiento. Estos pacientes recibían simultáneamente distintos tipos de tratamiento, dependiendo del tipo de padecimiento causante del dolor, tales como:

1.-Tratamiento farmacológico (con medicamentos).
2.-Tratamiento por medio de bloqueos terapéuticos, generalmente aplicación de anestésicos y/o corticoides sobre el nervio inflamado o lesionado. Bloqueos neurolíticos con alcohol o fenol en casos muy bien seleccionados de dolor por cáncer.
3.- Métodos físicos, tales como estimulación eléctrica transcutanea, ultrasonido, frió, calor, masaje, ejercicios, etc.
4.- Intervenciones de tipo psicológicas como terapia congnocitiva, terapia conductual, terapia individual, terapia de grupo, terapia familiar, terapia de pareja, técnica de relajación, hipnosis, etc.
5.- Intervención de trabajo social, orientación vocacional, para ayudarlos a reintegrar al paciente a su vida laboral y social.
6.- Neurocirugía, implantación de estimuladores eléctricos en la medula espinal, implantación de bombas de infusión de morfina y anestésicos directamente hacia la medula espinal o sistema nervioso central. Sección quirúrgica de tractos nerviosos o de las vías del dolor, este último método muy poco utilizado en la actualidad por sus secuelas tan severas.

El éxito logrado con esta clínica del dolor, para poder ayudar a muchos pacientes con dolor crónico, sirvió como modelo para que se formaran otras similares en Estados Unidos y posteriormente en todo el mundo, dando lugar a un desarrollo inusitado en el campo del dolor en las ultimas cuatro décadas, formándose sociedades medicas dedicadas al dolor, tales como la IASP – Internacional Association for the Study of Pain, American Pain Society, American Academy of Pain Management, Asociación Mexicana para Estudio y Tratamiento del Dolor, y muchas otras alrededor del mundo.

En el campo de la investigación y experimentación en animales de laboratorio también hubo un desarrollo explosivo, nombrándose la década del 2001- 2010, por el congreso de los Estados Unidos como la década de investigación en dolor, asignándose presupuestos para este fin.

La primera Clínica del Dolor en la República Mexicana fue fundada por el Dr. Francisco García Olivera en el Hospital General de México, quien realizo entrenamiento en Estados Unidos con el Dr. Bonica

El primer curso de subespecialidad en Clínica del Dolor en la República Mexicana se organizo por el Dr. Ramón De Lille Fuentes y el Dr. Francisco García Olivera a principio de 1980, incorporándose al poco tiempo el Dr. José Adolfo Islas, quien recién llegaba de su entrenamiento en Dolor en Carolina del Norte USA. Este curso se inició en el prestigiado Hospital del Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Subirán en la Cd. de México, donde tuvimos el honor de formar parte de la primera generación de médicos especialistas en Clínica del Dolor formados en México.

EN 1986 INICIAMOS LABORES EN LA CIUDAD DE HERMOSILLO SONORA MÉXICO


Fundando la primera Clínica del Dolor en el Estado, en el Hospital General del Estado donde además de atender pacientes con todo tipo de dolor rebelde, participamos en la enseñanza de residentes de anestesiología y otras especialidades, iniciándolos en las técnicas para control del dolor.

Simultáneamente iniciábamos labores en el medio privado fundando el primer centro para estudio y tratamiento del dolor privado en el estado de Sonora, mismo que hasta la fecha dirijo, ofreciendo servicios de manejo del dolor agudo y crónico.

A lo largo de todos estos años de dedicarnos al estudio y tratamiento del dolor hemos incorporado técnicas muy valiosas de medicina no convencional, como son Acupuntura, ozonoterapia, terapia de quelación, Homotoxicología, y Terapia Neural, las cuales nos permiten ofrecer otras opciones para el manejo del dolor, que además ofrecen beneficios generales para la salud del enfermo. Estas son muy buenas opciones cuando el paciente no puede tolerar medicamentos tradicionales por diversos problemas de salud, como Insuficiencia Renal, enfermedades del corazón, problemas gastrointestinales, y Diabetes entre otros.

Actualmente los medicos que nos dedicamos al estudio y tratamiento del dolor, tenemos que estar abiertos a todo tipo de alternativas terapéuticas que hayan demostrado ser efectivas y seguras para el alivio del dolor, con un mínimo posible de efectos secundarios. Hoy en día el paciente se informa, lee y cuestiona al medico, exigiéndole (con mucha razón) las mejores alternativas que ofrece la medicina moderna, sobre todo aquellas que sean económicas, seguras y efectivas, y los médicos tenemos la obligación de actualizarnos para poder ofrecer lo mejor a nuestros pacientes y entender que los tiempos han cambiado y la medicina no es la excepción.